Cuando llegó la estación del dolor, hibernó. Pasó las horas durmiendo, refugiada en los sueños que tejía su subconsciente, hasta que éste asimiló que él ya no la quería.
Uno de los golpes que da la vida es cuando entiendes que la persona que quieres no te quiere. O, mejor dicho, que no te quiere como tú quieres que te quiera.
Con respecto a tu comentario en la entrada "El miedo a crecer" en mi espacio, creo que lo has dicho en otras palabras, pero nada más exacto que lo que expresa tu opinión sobre mi relato. Aunque creo que ese mundo maravilloso que hay fuera, debemos explorarlo desde nuestro interior, porque forma parte del nuestro.
Pareciera que con esas pocas palabras hubieras escrito toda mi vida en los últimos tiempos... Ya lo asimilé, ya.... Hora era ya de ello... Calamaro? Dónde??? me muerooooooooooooooo por él, me encanta. Le vi en concierto madrid, en mayo, y tú?????
El corazón es un músculo muy resistente puede encogerse en invierno, latir a media voz, cuando aún no hay sombra de barbecho, pero siempre vuelve a acelararse cuando llega la primavera...
Se sabe que vivir es fácil con los ojos cerrados, pero yo creo que es mucho mejor vivir con los ojos abiertos, apreciando lo que nos rodea y sabiendo qué sentimientos nos acompañan y cuáles no.
Creo que el mejor remedio para el dolor es asimilarlo cuanto antes, para seguir creciendo = )
dormir para olvidar, dormir para asimilar, dormir para re-comenzar.
ResponderEliminarbesos
BUENA CANCION!
Todo es cuestión de tiempo.
ResponderEliminarHasta que llega la aceptación.
Luego somos diferentes pero sin dolor.
Besos.
al final todo se reabsorbe
ResponderEliminarUno de los golpes que da la vida es cuando entiendes que la persona que quieres no te quiere. O, mejor dicho, que no te quiere como tú quieres que te quiera.
ResponderEliminarMuá.
Todo se transforma.
ResponderEliminarBeso
Hola! Recien llego! Muy bueno tu blog! me encanto leerlo!
ResponderEliminarsaludos argentinos, Lucia
Ayer estuve en mi quinto concierto de Calamaro, espero que haya muchos más, porque para mí equivalen a dos horitas de alegría.
ResponderEliminar:)
Lucía Corujo:
ResponderEliminarCon respecto a tu comentario en la entrada "El miedo a crecer" en mi espacio, creo que lo has dicho en otras palabras, pero nada más exacto que lo que expresa tu opinión sobre mi relato. Aunque creo que ese mundo maravilloso que hay fuera, debemos explorarlo desde nuestro interior, porque forma parte del nuestro.
Saludos desde Ángel Poético.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLucía, he preferido borrar el comentario anterior y escribir uno nuevo. Es que este post me ha dado directo en el corazón... Un beso.
ResponderEliminarPareciera que con esas pocas palabras hubieras escrito toda mi vida en los últimos tiempos... Ya lo asimilé, ya.... Hora era ya de ello...
ResponderEliminarCalamaro? Dónde??? me muerooooooooooooooo por él, me encanta. Le vi en concierto madrid, en mayo, y tú?????
El corazón es un músculo muy resistente
ResponderEliminarpuede encogerse en invierno,
latir a media voz,
cuando aún no hay sombra de barbecho,
pero siempre vuelve a acelararse
cuando llega la primavera...
Kisses atemporales ***
qué bonito.. y que triste!
ResponderEliminarbiquiños
'..no se trata de dormir en la fantasía, sino de esmerarse en hacerla realidad..'
ResponderEliminarSe sabe que vivir es fácil con los ojos cerrados, pero yo creo que es mucho mejor vivir con los ojos abiertos, apreciando lo que nos rodea y sabiendo qué sentimientos nos acompañan y cuáles no.
ResponderEliminarCreo que el mejor remedio para el dolor es asimilarlo cuanto antes, para seguir creciendo = )
Un abrazo gigantón.
Él se lo perdió.
ResponderEliminarAbsurdo.