Y, por miedo a que conocimientos y vivencias nuevas expulsaran y reemplazasen a los viejos recuerdos, adquirió una nueva manía: hacer listas.
Y así comenzó en hojas de libretas de rayas, post-its, libros originariamente en blanco encuadernados en piel, documentos de procesadores de texto, o notas en diferentes aparatejos tecnológicos, variadas enumeraciones:
- los lugares visitados, (y los que estaban pendientes de conocer),
- los libros que le habían emocionado, (a veces, transferidos desde la lista de recomendaciones),
- las personas que ocupaban un lugar especial en su vida (una lista que se veía incrementada con poca frecuencia, pero con trazo firme),
- recetas de cocina,
- sus canciones favoritas,
- etcétera.
Además, diseñó un calendario diario donde resumía, a grandes rasgos, con algunas palabras, los acontecimientos del día. Y para aquéllos días más cargados de emociones, dedicó un cuaderno con pastas duras decoradas con una obra de Banksy.
Aunque hacía una pequeña trampa, escribiendo sólo aquellos momentos buenos que quería atesorar, destacándolos por pequeños que hubieran sido, y omitiendo intencionadamente aquéllos que, pese a ser quizá de mayor dimensión, le borraban la sonrisa. Evitaba mencionar aquéllo que de nada servía ya.
Así, si de verdad algún día necesitaba volver a esas fuentes para ayudarse a recordar, se aseguraba haber eliminado lastres.
Os deseo un muy feliz 2013, cargado de cosas buenas que llenen listas reales o imaginarias. Un abrazo
Feliz 2013 Lucía.
ResponderEliminarSigue quitando sombreros y pásalo todo lo bien que puedas.
Besos.
Muchas gracias :)
EliminarEso se llama organización. Aunque los recuerdos, los buenos, tienen un cierto encanto en la nebulosa de la memoria.
ResponderEliminarFeliz año.
Bss
Sí, organización rayando quizá un poco lo obsesivo, jaja.
EliminarGracias.
Besos
Que tus deseos se cumplan en este año que comienza.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Gracias, ojalá que los tuyos también.
Eliminar¡Abrazo!
Este está en mi lista de blogs que leo.
ResponderEliminarLo mejor para ti este año... y todos, en realidad.
Gracias por ese honor :)
EliminarY lo mismo, buen año(s)!
Quién no hace trampa al escribir???
ResponderEliminarUn abrazo, querida Lucía.
Buena reflexión, jeje.
EliminarUn abrazo :)
Ay! Qué identificada me he sentido... Yo soy de las que hacen listas y de las que anoto, sobre todo, los recuerdos "buenos".
ResponderEliminarFeliz 2013 para ti también!!
¿Sí? Yo no soy lo suficientemente constante como para eso. Y no te creas que tengo tan buena memoria, ¡quizá debería intentarlo más!
EliminarBesos
Te falta la lista de la compra, la de boda y la de los 40 principales, jeje. Con eso ya estaría la entrada de 10, así que de momento te doy un 9,9 :)
ResponderEliminarBesos
Jajaja. Será porque dos de tres no se me pasarían, en circunstancias normales, por la cabeza, jaja. Y la lista de la compra... puff, lo primero sería ir con la traducción hecha de casa, jaja.
EliminarBesos
¡Qué tengas un excelente 2013 sombrerera! Abrazo.
ResponderEliminar¡Gracias! Abrazo :)
Eliminarme parece lógico recordar sólo las cosas buenas.. Nuestra memoria hace exactamente eso, nos hace creer que todo lo pasado fue mejor y más deseable que cualquier cosa actual. Es una forma fea, pero eficaz, de levantarse de la cama por las mañanas, el pensar que hay que seguir buscando, que nada podemos dar por concluido.
ResponderEliminarPues sí, la memoria nos va endulzando los recuerdos. Besos
EliminarFicción? Eres de hacer listas? En cualquier caso, me ha gustado esa colección de cosas que hay que dejar en algún lado para que no se borren jamás.
ResponderEliminarFeliz lista.
Sí, ficción. Listas hago alguna, pero con un sentido práctico: hoy tengo que hacer...
EliminarGracias, igualmente :)