miércoles, 2 de febrero de 2011

Como agua para chocolate.

"Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía al alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillas se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo.
Si eso llega a pasar el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tinieblas más profundas tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerme, lleno de frío, es el único que podrá dárselo.
(..)
Por eso hay que permanecer alejados de personas que tengan un aliento gélido. Su sola presencia podría apagar el fuego más intenso, con los resultados que ya conocemos. Mientras más distancia tomemos de estas personas, será más fácil protegernos de su soplo.
(...)
Claro que también hay que poner mucho cuidado en ir encendiendo los cerillos uno a uno. Porque si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos de un solo golpe producen un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte…"

18 comentarios:

  1. Fragmento de "Como agua para chocolate" de Laura Esquivel. Tanto la novela - una joya del realismo mágico- como la película - que es complemamente fiel al libro, pues la autora es la guionista, y además, el director era por aquél entonces su marido- me han cautivado.
    Os recomiendo ambas.

    Besos

    ResponderEliminar
  2. Cerillos. Jajajajaja


    (Creo que últimamente desprendo un aliento tan gélido que no me aguanto ni yo)

    ResponderEliminar
  3. Totalmente de acuerdo Lucía. La peli es espectacular. La novela aún no la leo...tengo tanto por leer. Un fuerte abrazo y gracias por tus palabras.

    ResponderEliminar
  4. Es una de las mejores adaptaciones cinematográficas que conozco, gran post :)

    ResponderEliminar
  5. Yo he visto la peli, pero no he leído el libro.

    Que sabias palabras.

    Da ganas de leer el libro.

    besos.

    ResponderEliminar
  6. La abuela estaba como una cabra.
    Lo siento.

    Besos.

    ResponderEliminar
  7. Importante no olvidar lavarse los dientes. Es preferible evitar los malos alientos.

    Un gigante beso.

    ResponderEliminar
  8. La novela es genial....
    y esta entrada sin dudas tiene un poco de todo , en cuanto a sentimientos.

    Un Abrazo, Lu.

    ResponderEliminar
  9. Y cuando te encuentras con alguien puro fuego??? te consumes en segundos?? :)

    Besos ardientes

    ResponderEliminar
  10. La vi hace tiempo, es muy cierta la teoría, yo creo sacada de la del puercoespín que es muy vieja: unos cuantos querían calentarse en una noche muy fría y para ello tuvieron que encontrar el punto justo para no pincharse, pero tú la has escrito mucho más poética y hermosa.

    Además siempre he pensado en lo sabias que eran las abuelas, ¿verdad?

    ResponderEliminar
  11. Yo creo que nací con los "cerillos" empapados... :S

    Libro y película me encantaron en su momento, gracias por haberme despertado un trocito de memoria (ahora me apetece volver a leer el libro! :)

    Besotes

    ResponderEliminar
  12. Totalmente de acuerdo. Qué sabia tu abuela. Un abrazo

    ResponderEliminar
  13. que bonito texto! me gusto la teoria de los cerillos!! ;)
    mientras tanto,a seguir lejos de la gente con aliento gélido y a cuidar mi cajita. un abrazo!

    ResponderEliminar
  14. Mi libro favorito. Me lo mandaron leer en el cole y me pareció maravilloso. Luego lo he releído varias veces y siempre me sorprende. Sin duda, uno de los mejores ejemplos del realismo mágico. Ah, y por supuesto es mil veces mejor que la película.

    ResponderEliminar
  15. He llegado por casualidad, qué bueno leerte.
    Hermosas palabras para reflexionar.
    Un saludo

    ResponderEliminar