viernes, 29 de junio de 2012

Tercer aniversario del blog

Hace ya tres años de la primera entrada del blog. Desde el último aniversario ha habido muchos cambios en la vida de su autora. El mayor y más obvio es que ahora resido en Reino Unido. Cuando llegué a tierras inglesas, no me creía capaz de estar un sólo día sin pronunciar al menos una frase en mi lengua materna. Sin embargo, meses más tarde me he descubierto pensando e incluso, soñando, en otro idioma. Y esto ha hecho que valore, aún más, el español como un lenguaje rico en matices, y la cultura española, en general.

El blog no ha sido actualizado de manera tan frecuente como hubiera deseado: viajes a otros países y ciudades, el afrontar cada día nuevos retos, conocer personas de lugares diversos, han provocado que las historias surrealistas, las anécdotas curiosas, hayan tomado forma más allá del papel,  hayan adquirido vida.

Aún así, es gratificante encontrar un ratito para escribir unas líneas y reencontrarnos.
Hoy que este lugar se hace un año más mayor, quiero volver a agradecer que sigáis visitándome.

Un abrazo

viernes, 15 de junio de 2012

Cosas que pasan (VII)

Él estaba convencido de que ella era la mujer de su vida.
Había ido construyendo esa idea desde el día en que se conocieron, en aquel verano en la fiesta de unos amigos comunes. Entonces intercambiaron sus nombres completos para buscarse en Facebook y prometieron seguir en contacto.

Ella era increíble. Posteaba sus canciones favoritas, que resultaban ser también temas de cantantes que él idolatraba. O compartía aforismos y pensamientos que él encontraba justos, ingeniosos, y siempre adecuados a su estado de ánimo.
Y ella opinaba igual sobre sus actualizaciones, tal y como se lo hacía saber a través de "Me gusta" y algún que otro comentario.

Y llegó el momento en que él reunió el coraje necesario y se dirigió al edificio donde se encontraban las oficinas de la empresa para la que ella trabajaba, tal y como constaba en su cuenta de Linkedin. Se aseguró de comprar el más precioso ramo de lirios, ya que ella había afirmado que eran sus flores favoritas en el pie de su foto de perfil en aquellos maravillosos jardines de alguna ciudad francesa.

Cuando ella apareció, él comenzó a hacerle señas para que se acercara, pero ella no parecía percatarse de su presencia.

Finalmente, con cara confundida, ella le saludó y él aprovechó que ella se dirigía a su encuentro para hincarse de rodillas y buscar una cajita en el bolsillo de la americana. Antes de que él pudiera formular su proposición, ella le espetó:

- Tú, ¿quién eres?