miércoles, 4 de noviembre de 2009

Noche de luna llena.

La luna llena iluminaba la noche
y el cuerpo femenino,
pálido y desnudo,
que yacía a su lado.

Estaba sumida en un profundo sueño,
que sólo se distinguía de la muerte
por su respiración acompasada
y el calor que rezumaba.

Él no quería dormirse,
temía que al despertar,
ese cuerpo frágil y blanquecino
hubiera desaparecido
para siempre.

Pero al final,
le atrapó Morfeo
cuando quiso,
curioso,
conocer el número exacto de lunares
que decoraban su belleza.

22 comentarios:

  1. Contar en lunares en vez de ovejitas.
    Probaré.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Ohhh,¡Qué bonito... menos el final!, jeje. Mira que quedarse dormido con lo bien que iba la cosa...

    Besos

    ResponderEliminar
  3. Excelente escrito con ese toque particular medio oscuro que me encanta.

    Un abrazo del alma

    ResponderEliminar
  4. Si es que la luna es la mejor de las bombillas...

    ResponderEliminar
  5. La idea de contar lunares me encanta :)

    Hay una peli en cartel titulada After que no he visto, pero que tiene una frase que siempre se me queda clavada cual astilla al ver el trailer: "no me quiero dormir. No quiero despertar y ser otra persona".
    Cada sueño es una pequeña muerte. Todo lo bueno y malo que nos ha dado el día, permanece agazapado, a la espera, si no presto para desaparecer. Cada amanecer es un pequeño test, de alguna manera. No se puede luchar contra el cambio. Da un poco de miedo cuando lo piensas, ¿verdad?

    Gracias por el feedback positivo, solete. Algunas historias las contruyo casi a medias con mi yo psicóloga con la esperanza de que las semillas que recogí, puedan germinar también en otros. A mi me han ayudado tanto, que la tentación de gritarlas es irresistible. "Cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da" decia el señor Drexler :)

    Kisses under the moon ***

    ResponderEliminar
  6. y al final, el miedo estaba justificado o no?
    =)

    ResponderEliminar
  7. menuda sensación la de estar acostado al lado y no poder pegar ojo, eh?

    (coincido contigo, lo mejor en estos casos es ponerse a contar lunares)



    biquiños

    ResponderEliminar
  8. Hola Lu! gracias por pasar por mi blog =P

    Que lindo poema! me gusta la manera en que escribes. Una vez, hablando con una amiga, ella me contó que habia escrito un poema o canción sobre los lunares... ella contaba por ejemplo: siete lunares por los abrazos mas intensos, nueve lunares por los besos que no se dejó dar, tres lunares por las despedidas que le dolieron y cosas así ...

    me hizo acordar eso =)

    ya te tengo, asi que te voy a seguir leyendo...
    que andes de maravillas!!!
    Beso!

    ResponderEliminar
  9. me encantó... a mi me gustan los lunares, son marquitas que lo/a vuelve único/a.

    Es una gran idea.

    besos

    ResponderEliminar
  10. noooo!, había que aguantar hasta el amanecer...ahí la cosa se estabiliza y las cosas nocturnas mantienen su efecto. fuckin lunares!

    salutes
    atte. manu

    ResponderEliminar
  11. Toro, me parece mucho más entretenido contar lunares que ovejas, sí sí. Un abrazo!

    Raquel,jejejeje. Como de tu comentario ya hemos hablado no tengo ná más que añadir. Jeje.

    Mr Musik, imposible no ser algo oscuro en la noche. Un abrazo!

    Alhy, cómo me gusta Todo se transforma de Drexler, me encanta. Necesitamos creer al dormirnos que a la mañana siguiente todo estará en el mismo lugar. Un abrazo fuerte

    Neo, he omitido el dato intencionadamente para que cada uno piense lo que más le guste. Tú decides. Besos

    Orologiaio, sin duda alguna. La más natural, ecológica, económica,..., lo tiene todo, jeje. Besos

    ResponderEliminar
  12. Siberianita, bonito texto el de tu blog que lleva ese título. MUUUchos besos.

    Drapo, es un buen entretenimiento...Besicos

    Magunchi, son realmente curiosos los cálculos de tu amiga. Un abrazo y que te vaya muy bien a ti también!

    Manu, no fue capaz de quedarse despierto, fue algo involuntario...jaja. Besos

    Cat's, a mi también me gustan los lunares. Y menos mal, porque tengo unos cuantos...jeje. Un abrazo

    ResponderEliminar
  13. ay!! el amor y las noches que se pasan en compañia.
    Me gustan los lunares y las pecas en la piel blanca.
    Me ha gustado.

    ResponderEliminar
  14. Nada que de tanta tranquilidad y tan capaz de reponer el sueño como el olor de un ser amado.

    ResponderEliminar
  15. la belleza está en el interior..

    bien bonico

    ResponderEliminar
  16. Beats. Ay el amor...sí. Jeje. Besos.

    Una Nadia, estoy totalmente de acuerdo contigo. Un abrazo

    La belleza que importa, la que busco, está en el interior. Sin ella nada me importa la externa. Besicos little sister :)

    ResponderEliminar
  17. Cuando despertó todo estaba igual, no podía advertir la pequeña diferencia que había provocado cuando comenzó a contar lunares...
    Lo curioso de los grandes cambios es que tardamos en advertirlos, cuando los vemos, ya no hay marcha atrás. En medio, miles de olas...
    Un beso enorme, Lucía.

    ResponderEliminar
  18. Lucía, no he podido resistir leer todas las entradas de tu blog. Me gusta la manera tan sincera que tienes de escribir y me alegro que un día tú también te atrevieras a mostrar lo que piensas y sientes al mundo.

    ResponderEliminar
  19. son cuatro, pero he contado tres... busca! entonces busca!...
    es todo un arte, todo...
    me ha gustado el escrito y mas aún la imagen que me ha dejado :)
    saludos...

    ResponderEliminar
  20. Buenas noticias, mientras los cambios sean a mejor, bienvenidos. Yo también creo que tenemos un período de reacción, de transición. Un gran abrazo

    Núria, muchísimas gracias por tus palabras. Muchos ánimos con tu blog, iré pasando para ver qué tal te va, aunque seguro que bien. Un abrazo fuerte

    The Kid A, ¿sólo 4? Qué poquitos, jeje. Pues a ver si encuentras el que falta, jeje. Besos

    ResponderEliminar
  21. Es un bellísimo texto de fino erotismo, finísimo...

    ResponderEliminar