sábado, 18 de diciembre de 2010

Más vale tarde que nunca.

La melodía del móvil la despertó de un estado de semi inconsciencia. Se encontró a sí misma, sentada al borde de la cama, vestida para salir. A su lado, la vieja maleta de cuero, medio llena-medio vacía, rodeada de varias camisas, vestidos y pantalones, aún unidos a sus respectivas perchas, pero en disposición de ser doblados y empaquetados, en busca de nuevo rumbo. Dos pares de zapatos descansaban sobre la alfombra.

Aún aletargada, pulsó, maquinalmente, la tecla con dibujo verde de su teléfono. Notó en ese instante, que sus manos estaban cálidas, sudorosas y brillantes. Del otro lado, una voz familiar dijo “Hola”. Entonces, quien debiera haber contestado, dejó caer la parte superior de su cuerpo 90 grados, apoyándolo sobre la cama, y colgó.

Confusa, se preguntó cómo había llegado hasta allí la maleta, y quién la habría ido llenando, pues no recordaba haberlo hecho ella misma. Era la única persona en la casa...¿Sería posible que…?

Siempre había querido viajar, pero, la universidad, la falta de dinero, su pareja y el trabajo, en orden cronológico, se lo habían impedido.
Y parecía que, al final, habían ganado la partida los deseos encerrados bajo llave en el lugar más remoto de su inconsciente. Sus anhelos dominaron cada uno de sus músculos.

Tras contemplar por largo rato la maleta a medio hacer, no pudo evitar continuar colocando cada pieza de ropa en su interior.

Terminada esta tarea, se encaminó hacia la puerta.
Sobre la mesa de la entrada estaba su sombrero de cuero. Aquél comprado hacía años, después de un flechazo tras verlo en un escaparate. Jamás lo había usado. Pero, cuando viajaba en sueños, siempre cubría su melena negra.

De nuevo sonó el teléfono, el mismo nombre en la pantalla. La misma voz familiar, esta vez en un tono ligeramente más agresivo, dijo: —¿Por qué me has colgado?
Y en esta ocasión, sí obtuvo respuesta: — Me voy.
— ¿Qué?
— Que me voy.
— Pero… ¿a dónde?
— A cualquier otra parte.

Foto realizada por Ana.

21 comentarios:

  1. Para Ana, autora de esta preciosa foto.
    Muchísimas gracias por acordarte de mí :)

    ResponderEliminar
  2. a veces uno tiene que tomar decisiones y hacer lo que siente.

    ResponderEliminar
  3. Llega un moemento en esta vida que uno sienta afinidad por ciertas personas, a la afinidad se le añade el cariño, y al cariño se le puede añadir la admiración. Siento una gran admiración por tu trabajo que día sí, día no voy siguiendo con curiosidad, intriga, ilusión y muchas ganas. Creo haberlo leído al completo, todo este blog, no sólo he sentido admiración por todo lo que en él se escribe, sino orgullo de poder conocer a la persona de la que surgen todas estas ideas (a mi parecer fascinantes). Cada viaje que haga tendrás una foto nueva, porque allá donde voy leo este blog y cada vez que tropiezo con un sombrero, siento ganas de regalarte una recuerdo que me hizo recordarte.

    ResponderEliminar
  4. Esa decisión es de un coraje gigante. Ojala pudiese tener ese valor. Y es gigante, también, la forma en que lo plasmaste.

    ResponderEliminar
  5. Me encanta la idea de este viaje ;)

    Besos viajeros

    ResponderEliminar
  6. Viajes que tenemos pendientes, algunos los haremos y otros no.
    La foto es preciosa.

    ResponderEliminar
  7. ¡¡Sin plabras!! inmejorable relato para espectacular fotografía.
    Estaís hechas unas ArtistaS, Hasta Pronto Ana!
    y... BeSoTeS a las dos.

    ResponderEliminar
  8. ¡Hola, Lucía! Tantas cosas que contarte. Pero la verdad es que todo se puede resumir en que conocí al amor de mi vida en Puerto Vallarta. Su nombre es Ryan y es de Suecia.
    Vino a la Ciudad de México por mí y vamos a vivir juntos a partir de Enero. No sabes lo feliz que me hace. Es todo lo que necesitaba en mi vida y, finalmente, las cosas se están acomodando en mi vida.

    Te mando un gran, gran abrazo, amiga querida :D
    ¿Tú cómo estás?

    ResponderEliminar
  9. Muy bien!!! A veces hay que abrir puertas y ventanas y dejarse escapar con la brisa y su ansiada libertad. Un abrazo muy fuerte.
    Te deseo lo mejor de lo mejor en estos días.

    ResponderEliminar
  10. Se arrancó las cadenas.
    Bien hecho.

    Besos.

    ResponderEliminar
  11. Totalmente, mejor tarde que nunca. Salir del letargo y sentir la adrenalina de lo nuevo, del sentido de la aventura con su inexorable incertidumbre. Mejor tarde que nunca, eliminar la duda, el sueño recurrente y el “qué hubiera sido”.

    Besouuuu!

    Pd: con ese sombrero y un cigarrillo...estoy para ir de bares jaja.

    ResponderEliminar
  12. Y quiero que vengas conmigo, a cualquier otra parte (8)


    Elena

    ResponderEliminar
  13. Hay que lanzarse a cumplir nuestros sueños. La vida es corta. Más vale hacerlo y cometer un error que luego lamentarlo de por vida. Un abrazo

    ResponderEliminar
  14. Cuando llegan estas fechas tan entrañables, con mis mejores deseos de paz y felicidad para ti deseo pases una

    ¡¡FELIZ NAVIDAD!!

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Una decisión acertada. Me encanta el equipaje que has escogido.
    Muchos besos y felicidades.

    ResponderEliminar
  16. Demasiado confuso. Buen planteamiento.


    ¡Felices fiestas!

    ResponderEliminar
  17. Felices fiestas, recibe mis mejores deseos para ti y los tuyos en estas fechas tan señaladas (coño, parezco el rey jajaja)


    Saludos y un abrazo.

    ResponderEliminar
  18. feliz navidaddddd
    y un prospero comienzo de añoooo
    saluuuuuuuuuuuuuud y me saco el sobmrero!!!

    un placer lo compartidooo
    beso.. natiiii

    ResponderEliminar
  19. Hay contestaciones que son portazos al pasado... al frente, el horizonte.


    besos

    ResponderEliminar
  20. Hola!! Tienes un bonito blog!! Voy a seguir cotilleando, pero antes de despedirme quería invitarte a mi baúl, por si quieres compartir algún sueño con todos los amigos de Coquette. Te espero!
    Hasta pronto =)

    ResponderEliminar