sábado, 31 de octubre de 2009

Nada te queda.

De sus posesiones,
muebles e inmuebles,
fue despojado.

Los coches caros,
el jet privado,
el piso céntrico en la capital,
y las casas en las playas
de cada una de las grandes ciudades costeras
de España,
fueron embargados.

Le arrebataron la ropa de diseño italiano,
las joyas,
y los cuadros de Dalí y Picasso.

Aún así, asistió impasible
al expolio.

Hasta que el último día de su existencia,
ya entre rejas,
sentenciado y condenado,
por ser el mayor de los corruptos
(que tiene su mérito,
hoy hay muchos)
le dio un ataque mortal de risa
cuando se miró en el espejo
y se dio cuenta
de que lo más valioso que poseía
había sido cercenado por él mismo
pues hace tiempo que ni dignidad tenía.

18 comentarios:

  1. Nos vamos a llevar tan pocas cosas de este mundo, si es que nos llevamos algo...

    ResponderEliminar
  2. Debemos quitarnos la venda de los ojos.
    Somos un país corrupto.
    Estamos cerca de volver al subdesarrollo.
    Los partidos políticos en este país llevan robando desde hace mucho tiempo.
    Empresarios y políticos estilo Al Capone.
    Y la gente vota aún...

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. hola, primer vez que paso por aquí, pero desde ya que no sera la última je...
    el escrito es duro, para aquellos personajes que ni han de merecerse tiempo...
    otoño, calido otoño...
    saludos :), con el sombrero quitado...

    ResponderEliminar
  4. Si al menos se ha dado cuenta de eso, habrá merecido la pena :)

    ResponderEliminar
  5. Hola, vengo a saludarte y agradecer tu visita a mi blog.
    Un besico.

    ResponderEliminar
  6. Pobre, si eso es lo único que nos pertenece de verdad. Y perderla, así como así, debe ser una pena.

    Un abrazo, Lucía ;)

    ResponderEliminar
  7. Una historia muy pero que muy actual, Lucía... No sé qué está pasando en España que parece que nos estamos llevando últimamente la palma con la corrupción tanto en el mundo de la política como en el de la empresa. Menos mal que está Garzón que no deja títere con cabeza...
    Muchos besitos, preciosa.

    ResponderEliminar
  8. es así de vergonzoso, no entiendo porqué la gente tiene tanta cara...
    muy bien dicho Lucía, me quito el sombrero!

    ResponderEliminar
  9. Tenerlo todo habiendo perdido la dignidad no vale nada. Hoy en día hay tantos como ése del poema...
    Un beso.

    ResponderEliminar
  10. El problema que no queremos ver es que España es país de corruptelas, a cualquier nivel, cada uno en la medida de sus posibilidades. Es corrupto el que en el supermercado, a la hora de pesar la fruta, no deja que se apoyen todas las unidades; es corrupto el que se queda con la revista de pago de su vecino cuando en un despiste el cartero la ha dejado en su buzón; es corrupto el que pide becas ocultando parte de sus ingresos, y así un largo etcétera. Somos un país de picarescas, los descendientes del Lazarillo de Tormes. A mi me educaron para que exigiera lo que me corresponde, y para que jamás me apropiara de lo que no. Pero con estas ideas creo que hay pocos. De hecho, por decir cosas así muchas veces me han llamado tonta. Si yo soy tonta por no corregir a quien me da el cambio de más, ¿no son tontos los políticos que no alargan la mano y se apropian de lo que no les pertenecen, recalifican terrenos, aceptan trajes/bolsos,...? Lo dicho, cada uno, al nivel que puede.
    Y la solución no es dejar de votar, ni mucho menos, la solución es, como ha hecho, y ya tocaba, la asociación "No a la corrupción", salir a la calle a demostrar que no estamos ni ciegos ni sordos. Y ser honrados en la vida cotidiana. ¿Cómo si no vamos a exigir en otros lo que no hacemos?

    ResponderEliminar
  11. No sé si es una cuestión cultural ¿No hay corruptos en los países Nórdicos?Pues probablemente los haya, a pesar de que son países muy concienciados con la sociedad en la que viven...Es una idea, aún así estoy de acuerdo contigo en que ser honrado en el día a día es el primer paso para que la sociedad mejore...

    Abrazotes

    ResponderEliminar
  12. Uh si es por corrupción no te digo lo que es la Argentina Lucía... Me parece que es un problema generalizado, salvo unas poquísimas excepciones. Te felicito de verdad por este espacio, creo que se está poniendo cada vez más bueno. Espero de verdad que estés muy bien y soy un eterno agradecido de que pases de vez en cuando por el mío, que últimamente está medio grisecillo... Estuve muy a las corridas este último tiempo, ya lo vamos a retomar. Un beso grande.

    ResponderEliminar
  13. Podrías mandar lo escrito a algún diario o lo que fuere, sería lindo que lo leyera alguno de los que andan por ahí haciendo lo contrario de lo prometido y tomando “prestado” cosas ajenas.

    Salutes
    Atte. Manu

    ResponderEliminar
  14. Es una cuestión cultural y social pero finalmente, una decisión individual. La decisión de ser parte de la miseria humana o de abrirse un nuevo camino entre la maleza.
    Un lindo espacio el suyo.
    Un saludo,

    ResponderEliminar
  15. Hola, creo se ha convertido en una sociedad que no sólo se preocupa por el sí mismo como único objetivo, sino que además se ha hecho juzgadora cruel de apariencias entre sus objetivos. Tanto, tanto es así, que incluso ni se fían de las miles de noticias documentadas, poniéndolas en duda y minusvalorándolas. Más o menos que hasta no meter la mano en la llaga, pues na, ¡¡ a vivir que son dos días¡¡ ¡¡¡mientras no me toque¡¡¡ dicen ¡a mi que me registren¡

    Salud y a seguir pensando en los demás, que aunque nos sepamos pocos ahí estamos, abriendo camino en la maleza que nos rodea.
    ana

    ResponderEliminar
  16. “yo soy Yo y mis circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo”
    (J.Ortega y Gasset)
    Quizás esa minúscula pero poderosa frase, resuma mucho.
    Digamos que mi (yo) presunta libertad me dice lo que quisiera, lo que creo y defiendo Ser.
    Y por otro lado, mi circunstancia, me “acomoda” en un punto menos flexible
    (país, lugar, condición sociocultural, pseudo libertad)
    Pero…esas circunstancias, son el dilema, por el cual se elige entre Ser el héroe del Yo mismo,
    (el cual implica un camino menos cómodo)
    O tener una vida estándar compuesta de desiderata comunes a todos.

    Entonces? Me arriesgo a ser yo misma?...
    o a fluctuar ante la circunstancia de lo más “liviano”?

    Antes que nada, se empieza por lo más cercano (creo),
    y el arrojo ya implica mucho más de lo que suponemos “pequeño”.
    Me gustaría, sí, reclamar por lo que quiero, antes de darle énfasis a lo no deseado.
    Sino sería una forma de alimentar la carroña con nuestra misma atención.
    Te has dado cuenta que, de cada 30 noticias, una es positiva y el resto es negativa
    al extremo de los nervios?
    Ese es el consumo que tenemos,
    y que hasta involuntariamente hemos incorporado a nuestro vivir.
    Hablan de todo lo malo… (y es cierto que abunda) pero no creo que sólo sea
    excremento y nada más.
    Sino, el repudio no tendría sustento.

    Por cierto, me gustó llegar a tu blog =)
    En mi país, suceden las mismas cosas…


    pd: y refiriéndome al título de este post…
    cuando “nada te queda”… lo último que te queda perder,
    es el miedo. ;)

    (gracias por permitirme opinar, y aunque puedo equivocarme,
    importa lo que viene a reflexión)
    (veo que me explayé demasiado o.o)

    Un abrazo
    y que tengas un bonito día…

    nuiT.•*

    ResponderEliminar
  17. HOLA LUCÍA ENCANTADA DE PASEARME POR TU BLOG Y LEER TU POEMA.
    ME HA GUSTADO.
    NADA NOS LLEVAMOS AL OTRO LADO/
    BEATS!

    ResponderEliminar