Algunas noches, cuando era pequeña, dormía en casa de sus abuelos maternos.
Era un casa grande, que en otro tiempo fue un molino.
En invierno, la calefacción no lograba robarle el frío a paredes y suelos, así que metida en la cama, se resguardaba del mismo debajo de un montón de mantas. Siempre amanecía en la misma ubicación en la que se había acostado: en el justo medio del lecho hecha un ovillo. Su abuela creía que no se movía porque costaba hacerlo después de haber calentado un trocito de cama y que, además, el peso de las mantas se lo hubiera impedido.
La mujer ha sido toda su vida muy religiosa, y cada noche, antes de acostarse, le obligaba a recitar la consabida oración:
“Jesusito de mi vida eres niño como yo,
por eso te quiero tanto
y te doy mi corazón,
tómalo, tuyo es, mío no.
Cuatro esquinitas tiene mi cama,
cuatro angelitos guardan mi alma.
Jesús, José y María
os doy mi corazón
y el alma mía.
Con Dios me acuesto, con Dios me levanto,
con la Virgen Maria y el Espiritu Santo.”
La abuela pretendía inculcar a su nieta la religiosidad y la "buena costumbre" de rezar antes de dormir, pero lo único que lograba era que cuando ella se iba de la habitación, apagando la luz tras de sí, se quedara la pequeña tiritando, haciendo enormes esfuerzos para no cerrar los ojitos y en posición fetal en el lugar central de la cama. Y es que esos días en que se quedaba a dormir bajo el mismo techo que sus abuelos, siempre soñaba que en cada una de las esquinas de su cama aparecían cuatro angelotes que le miraban con ira por haber sido molestados.
Juan Soriano (1920 - 2006)
Cuatro esquinitas tiene mi cama
1941. museoblaisten.com
Ays, la religiosidad inculcada por las abuelas da para varias tesis...
ResponderEliminarPero no cambio por nada los consejos espirituales de las mías mientras me tapaban con la manta :)
Hola, soy ana
ResponderEliminarTe faltó en el primero: "tómalo, tuyo es, mio no".
Yo también aprendí eso de los mayores, pero de vez en cuando o más bien últimamente les cambio el nombre por el del chico que amo. Tal vez debería repetirlas más amenudo, a ver si me hace más caso, que siempre está ocupado, pero de momento tengo otro tipo de oración, los inconmesurables, es que, es tan grande...
Pues sí, tener que dormir pensando que cuatro entes invisibles te observan no es muy agradable, por muy ángeles que se les llame.
ResponderEliminarLa religiosidad inculcada puede resultar hasta peligrosa.
ResponderEliminarRecuerdo que, siendo yo muy niño, una vez le pregunté a mi padre: "Dios existe?"
Y él respondió: "Cuando seas grande lo decidirás tú si quieres que exista o no".
Así que después de ese día recuerdo que antes de dormir repetía hasta ser vencido por el sueño "Dios si es que existes, haz que no hayan arañas bajo la cama. Y si no existes no importa, pero que no me piquen".
Besazo
sábanas que ya no entienden de ausencias.
ResponderEliminar( pies fríos, corazones esperando al verano )
biquiños
Y con tanta historia de cura que se conoce hoy en día, pues hay motivos para dormir aterrada.
ResponderEliminarSaludos
Muy buen texto Lucía y también me ha encantado la anécdota que ha contado El Vocero (ojalá todo el mundo le diese esa libertad de pensamiento a sus hijos).
ResponderEliminarQué tierna historia, Lucía.
ResponderEliminarLa verdad es que con la religión nos contaban cosas para hacernos sentir mejor y lo que lograban en realidad era llenarnos de fantasmas, dudas y seres incomprensibles para nosotros que a menudo no nos dejaban dormir...
Besitos
Ana, gracias por la corrección. Te confesaré que he buscado la letra por internet, porque no me acordaba, jeje.
ResponderEliminarAngel de la guarda dulce compañia no me desampares ni de noche ni de dia....y no me acuerdo mas...
ResponderEliminara mi me daba miedo rezar, qué loco no?
Yo siempre he sido de la opinión de que si existe un ser superior estaría hasta el gorro de los creyentes, que no lo dejarían descansar un momento con sus súplicas. Me ha gustado el relato.
ResponderEliminarVaya, a la abuelita se le olvidó decir que eran unos angelitos dulces y jueguetones que difrutaban riendo, cantando y bailando... Los que guardaban mi cama eran así, y me daban super buen rollo, jajajaja
ResponderEliminarUn beso enorme, querida Lucía. He estado unos días fuera y acabo de regresar. Espero que hayas tenido una buena Semana Santa.
Creo que al final de la oración se quedaba en el aire un toque de misterio, mientras se cerraban los ojos. Muy bueno lo que nos compartes hoy, y la imagen linda e impactante. Un fuerte abrazo Lucía.
ResponderEliminarJajaja, pobrecita.
ResponderEliminarGracias por la canción, Lucía. Sí la conozco. Crecí escuchando a Serrat: mi mamá es su fan número uno. Lo adora con fervor religioso, no sabes jajaja.
Miles de besos, cariño.
Hostias! esa es una de las cosas que me da miedo de que sueñe mi hija. Yo siempre he sido un cagueta y lo pasé muy mal por las noches.
ResponderEliminarMe has recordado mis noches niñas ja ja ja
Besos de vuelta
A mí me lo enseño mi tía Vito, pero nunca me imaginé a esos angelitos enfurecidos. Como que no les pega...
ResponderEliminarUn relato muy chulo. Besicos
Así que también estabas pensando en una historia de camas. Me alegro de esta buena coincidencia. Y mira, hasta le has puesto una pintura de Juan Soriano, cómo me gusta. A todo esto sólo falta desearte buenas noches. O buenos días.
ResponderEliminarAh, ya que veo que tienes tan buen gusto en las películas te recomiendo una que estoy viendo: La ciencia del sueño (Gondry)
No se porq pero este relato me recuerda a una vieja historia de mi infancia!!jeje!!un beso Luci!! nos vemos el lunes!! Irene.
ResponderEliminarsiempre hay un miedo al interruptor, un zumbidillo tespecial cuando todo parece silente.
ResponderEliminarSaludos, gracias por la visita.
Quizás estaban.
ResponderEliminarLos niños ven más que los adultos.
Besos.
Cuando era pequeña mi hermana y yo teníamos una especie de ritual para antes de dormir, que inventamos nosotras mismas y era algo así como "Buenas noches Alcoroches que no te pillen los coches".
ResponderEliminarNo es religioso pero tiene su miga..
no es una guiness, aunque podría
ResponderEliminares una rubia en Londres jeje
gracias por pasarte :)
Lo de las creencias es algo muy curioso, pues a veces, la misma gente que cree empieza teniendo miedo de lo que cree, hasta que se hacen aferrimos a ello hasta el punto de que luego no pueden separarse de esas creencias.
ResponderEliminarTambién es curioso como otros, se separan directamente de tales misticismos y deciden inventar los suyos propios (o vivir sin ningunos)
Desde luego, muchas veces cuando somos chicos, me pregunto qué pasaría si le dijeramos a nuestros padres que tenemos miedo de que unos ángeles vengan a por nosotros. Yo por lo menos siempre viviré con la curiosidad de qué hubiera pasado si se lo hubiera preguntado a mi abuela.
Abrazo gigantesco y con tu permiso, me llevo tu sombrero hasta la próxima entrada = )
Qué notable el otro día había escrito en una hoja un cuentito llamado “el sueño recurrente”, notable, notable, jeje.
ResponderEliminarCiertamente, también me daría miedo la cuestión: molino (lejano de la ciudad), frío, tal vez viento, ruiditos extraños, uf!!, encima imaginar lo imaginado por la niña…
Si mañana mi abuela me invita a comer, lo pensaré dos veces!
Te mando un beso
Me encanta es magnífico. No es que me sienta identificado, es lo siguiente. Creo que he intentado contar algo similar como doce veces. Tres o cuatro variantes, no era la abuela, era la tata, no era un molino pero lo demás…. Gracias, es una gozada leerte.
ResponderEliminar¡Señorita Lucía!
ResponderEliminarLa peluca es parte de una foto irrepetible, pues me la echaron el año pasado en el Festival Internacional de Benicassim; La pega es que no era mía ni pude llevarmela así que desde entonces quiero una para algún que otro día de fiesta jaja. Desde luego, si tuviera no dudaría en llevarmela a los conciertos = )
Sobre el texto, aunque a veces me inspiro en pequeños matices del universo que me rodea, en realidad no es autobigráfico. Pero igualmente, ¡gracias por los ánimos! ^____^
Me alegra ver mi comentario anterior en esta entrada, pensé que se había perdido por culpa de los duendes que controlan internet jajaa.
¡Hasta la próxima! = )
Tipico de la abuelas^^
ResponderEliminar